Casiopeia, el Despertar: Prólogo

A veces, la soledad nos lleva a inventar guías... compañías.
A veces, éstas llegan solas...
Pero en realidad, a mí me gusta más creer que llegan y cuando uno ya no las precisa,
se van, vuelven a donde pertenecen.
Sin embargo, también me gusta creer que siguen aquí de alguna forma,
que se quedan con uno, en su corazón.
Me gustaría que no se fueran nunca...
Es contradictorio, ¿No?
Es que, los pensamientos de las mujeres
son muy complicados...
A veces miro a la nada, y espero paciente,
a que alguien o algo se acerque...
Y nada. Vacío.
El vacío duele, y duele mucho.

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